Roque Gonzalez

Roque died at the age of 73 in Omaha, NE. He was married for 49 years to Maria and was the father of seven children, Chayito, Carmen, Marlene, Alex, David, Raymond, and Ana Maria and multiple grandchildren. Roque was a hardworking and dedicated father. He worked in the construction industry for over 43 years. He was born in El Salvador, Central America. He migrated to the United States in 1975. During that time, he lived in California for 22 years, and then moved to Omaha, NE. on July 4th, 1997. One of his favorite places to visit was Spain. Roque loved his family more than anything. Roque was good-humored and always made the best out of every situation. He would often put a positive spin on things and tried to be encouraging to others who were going through tough situations. He always looked forward to a home cooked meal from his wife. He worked tirelessly toward his goal of giving his children a better life that than one he had when he was growing up. In his later years he turned his life over to Christ and developed a strong love for God. And it is this that gives us peace and comfort, knowing that he has gone to be with our Heavenly Father!

Roque murió a la edad de 73 años en Omaha, NE. Estuvo casado durante 49 años con Maria y fue padre de siete hijos, Chayito, Carmen, Marlene, Alex, David, Raymond y Ana María y múltiples nietos. Roque fue un padre trabajador y dedicado. Trabajo en la industria de la construcción durante más de 43 años. Nació en El Salvador, Centroamérica. Emigro a los Estados Unidos en 1975. Durante ese tiempo, vivo en California por 22 años y luego se mudó a Omaha, Nebraska el 4 de julio de 1997. Uno de sus lugares favoritos para visitar era España. Roque amaba a su familia más que a nada. Roque estaba de buen humor y siempre sacaba lo mejor de cada situación. A menudo les daba un giro positivo a las cosas y trataba de animar a otros que estaban pasando por situaciones difíciles. Siempre esperaba con ansia una comida casera de su esposa. Trabajo incansablemente hacia su objetivo de darles a sus hijos una vida mejor que la que él tenía cuando crecía. En sus últimos años le entrego su vida a Cristo y desarrollo un gran amor por Dios. ¡Y es esto lo que nos da paz y consuelo, sabiendo que él se ha ido para estar con nuestro Padre Celestial! -